lunes, 19 de noviembre de 2007

Un sabado de noviembre

Bueno, veo que el chicharrillo se nos da genial, la verdad es que no esperaba menos de mis compis. Por cierto he de decir que el sábado no fue fácil para nadie de las que nos quedamos en casa de chancadevega. Javi armado con su pijama de sinchan nos sometió a una dura recogida de botellas, mascaras de enfermeras, y colillas. Con la esperanza de que quedaran al menos los culines de las botellas y poder beberlos para olvidar lo que estaba aconteciéndonos, no hubo suerte y tuvimos que ser conscientes de todo. He de decir que el comandante sinchan (javi) casi pierde la vida en una maniobra de limpieza de la tele, recibió una descarga eléctrica que ni las de las pistolas que ahora se han puesto de moda entre los policía.

El capitán chanca dirigió la operación desde el sofá, en la vida había visto yo a nadie con tantas dotes de líder armado solo con una manta. No podremos olvidar nunca la labor de la cadete Paloma, que perdió no la vida pero si el tiempo sacando el brillo a los vasos que habían babeado un pelotón de las tropas enemigas " los borrachos que no traen alcohol pero que ensucian como si ..."

Este escrito va dedicado a todos los caídos, ese sábado de noviembre, y a mi sobre todo que tuve que bajar 3 veces las escaleras disfrazada (con la equipación de fútbol de Mikel, que me hacia las veces de pijama), la basura que todos vosotros dejasteis en forma de tarjeta de visita. También he de decir que guardo un pequeño buen recuerdo por las familia sudamericana que en el rellano de la escalera me confundió con un Boy Scout.

Os quiero la Nere.

P.D: ¿pronto haremos otra fiesta no?

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