miércoles, 28 de noviembre de 2007

ME ACABO DE COMER UNA MANDARINA.

He pensado que, como mis apariciones por este blog podrían describirse como "ausentes", solo un hecho de vital importancia e interés mundial, que digo, universal!!! se merece que escriba un post.
Pues bien, me acabo de comer una mandarina. 
Y he de confesarlo. La he amado.
Inventora de un nuevo estado de piel "rugo-suave", que ni el mismísimo Instituto Ponds, con todos sus expertos de bata blanca a la cabeza, son capaces de prometer con alguna de sus cremas.
Me ha costado alguna lágrima clavar la uña y empezar a despellejarla, pero si bueno era lo de fuera, cómo sería lo que guardaba dentro! Cómo puede ser posible tal "Cette Èclosion"! Joder que gajo! digo gajo, que no gajate.
Pues bien, como todo relato pseudo infantil, mi historia tiene una moraleja bastante clara.
No te comas una mandarina, comete dos.





Cambiando de tema, a ver que os parece este restaurante para la cena de navidad.
www.cucharate.com/index.php/2007/09/24/restaurante-jhambala-madrid/



No hay comentarios: